Se conoce como Aromaterapia a la utilización de los aceites esenciales de las plantas con fines medicinales. Los aceites esenciales que se extraen de las plantas, hojas, flores, frutos, semillas, raíces y corteza, contienen sustancias químicas con propiedades beneficiosas para la salud. Como su nombre indica, los aceites esenciales constituyen la esencia (el ‘alma’) de la planta, y son el resultado de una serie de reacciones químicas que se producen en las plantas.
¿Cómo se aplica esta terapia?
Los aceites se pueden aplicar de diferentes maneras:
Por inhalación. Es el método básico, puede ser de manera directa o indirecta (mezclado con agua, por ejemplo). También pueden emplearse difusores o vapor. Se usa para problemas en el aparato respiratorio o algunas condiciones en la piel.
Por masaje. Primero se diluyen en alguna loción o agua. Posteriormente, se realiza un masaje de forma enérgica o suave, según la dolencia. Ideal para contracturas.
Como baños aromáticos. Para realizarlo con este método, lo primero que se debe realizar es llenar la tina de agua caliente y echar algunas gotas de aceites. Luego, se alterna con agua tibia. Ideal para la circulación y la relajación.
Como cataplasmas (calientes o frías). Preferentemente para afecciones en la piel o problemas musculares.
Uso interno. No se recomienda. Su ingesta puede ser tóxica y la dosis incluso letal. No se debe consumir sin aval de un profesional.
¿Conoces los aceites esenciales utilizados en Aromaterapia?
Bergamota. Estimulante, revitalizador, energético y refrescante. Se usa para aliviar el estrés, la depresión y la ansiedad y restablecer el apetito.
Ciprés. Sedante, vigorizante y purificador. Además, ayuda a calmar el sistema nervioso, los síntomas de la menopausia, el estrés y las alergias.
Geranio. Equilibrante y estimulante. Por eso, ayuda a aliviar los síntomas de la menstruación, la depresión y la angustia. Por otra parte, levanta el ánimo y calma el sistema nervioso.
Jengibre. Favorece la circulación, es relajante, ayuda a prevenir mareos, náuseas y problemas digestivos. Además, ayuda a mejorar la circulación y estimular el sistema inmunitario. Por otra parte, es un gran aliado para tratar gripe y resfriados.
Pomelo. Estimulante, equilibrante emocional y purificante. Por eso, permite regular las emociones y combatir problemas respiratorios como el resfriado.
Lavanda. Purificante, equilibrante, sedante y relajante. Alivia dolores de cabeza por tensión o estrés. Además, ayuda a aliviar quemaduras y picaduras de insectos.
Limón. Estimulante, refrescante y purificante. Ayuda a aliviar el estrés y el cansancio mental. Favorece la circulación sanguínea.
Menta. Antiséptica, descongestionante y digestiva. Es eficaz para ayudar contra gripe, relajar los músculos del estómago y del tracto gastrointestinal.
Sándalo. Descongestionante, afrodisíaco, relajante y purificante. Ayuda a aliviar problemas emocionales, calmar el sistema nervioso, equilibrar el espíritu y el cuerpo, o a preparar la meditación.
Romero. Es estimulante. Además, ayuda a aliviar dolores reumáticos y musculares. También, ayuda a mejorar la circulación.
Ylang Ylang. Afrodisíaco, vigorizador, purificante y calmante. Es eficaz para problemas del aparato reproductor (sobre todo masculino). Por otra parte, ayuda a calmar la ansiedad, regular el pulso, aliviar la depresión y prevenir ataques de pánico.